miércoles

Reseña: Cock

La palabra cock en sus escasas cuatro letras genera polémica, bromas, incomodes, erotismo, debates… y claro, es una palabra bastante conocida alrededor del mundo (y claro por su gráfico significado y el material sexualmente explícito).

Reseña por: Daniella Bohne @Luxca



Hace algunos días tuve la oportunidad de ver el regreso de Diego Luna a México con la obra teatral Cock basada en un guión original de Mike Bartlett y es un condensando de diferentes aspectos que implican hoy día la homosexualidad, bisexualidad y también la heterosexualidad. Si bien, estas palabras también han dado mucho de qué hablar en los últimos años, se pensaría que es arriesgado apostar por este tipo de tópicos en cine o teatro sobre todo en nuestro país, sin embargo es una manera de esclarecer prejuicios con un acercamiento realista sobre la vida cuando se decide tener diferentes identidades en cuanto a sexualidad se refiere.


El elenco está formado por Diego Luna (Juan), José María Yázpik, Ilse Salas y Héctor Ortega. Juan tiene una relación aparentemente estable con Yázpik. Después de un tiempo marcado por la diferencia de personalidades, Juan decide romper con la relación para “pensar mejor las cosas”. Durante esta transición, Juan conoce a Ilse, quien tras un encuentro casual pondría a Juan en una cuerda pendiente de su constante indecisión donde resalta su inestabilidad y también su carente personalidad marcada por su relación previa. Después, Juan presenta a Ilse con Yázpik en una cena que de pronto se torna familiar por la llegada de Héctor (quién interpreta al padre de Yázpik) para defender la estabilidad emocional de su hijo.


Si bien, cada una de las situaciones planteadas durante la obra han formado parte de nuestras vidas, independientemente de nuestra identidad sexual, con estas situaciones me refiero a establecer relaciones emocionales, sentimentales, carnales o meramente casuales, pero sobre todo aborda las dificultades de una vida en pareja y no hay ninguna diferencia si es una relación del mismo sexo, todos asimilamos los compromisos y las relaciones de maneras muy similares. Así mismo da un giro a las ideas convencionales involucrando una figura familiar cuidando la integridad y la estabilidad de una relación independientemente si es homosexual o no.


La escenografía por parte de Jorge Balllina da un toque idílico a la trama, no es la obra común donde simulan una cotidianeidad como la vivimos con ambientes, se trata de un minimalismo que te deja absorto en las situaciones que están pasando, también la cercanía con el escenario me dio la impresión que eres un espectador en primera persona o de cierta forma te identificas con algunas situaciones sobre todo por la actuación tan fluida y natural de cada uno, hay algunas escenas con contacto físico y desnudos que podrían llegar a incomodar a algunos pero, la vieja técnica de nuestros padres al aparecer escenas explícitas en el cine o tv pueden funcionarles, o mejor aún, dejarse llevar por la historia.


Recomiendo mucho esta obra para abrir panoramas, es una de las mejores puestas en escena que he visto y también recomiendo que alternen con el teatro dentro de sus actividades de recreación, algo diferente.


(Un agradecimiento muy especial a Saúl Ledesma de Radaid para la realización de esta reseña.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario